¿Cómo se aborda una rotura muscular en fisioterapia?

Las lesiones musculares son comunes en la vida de los atletas, deportistas y personas activas. La recuperación de una rotura muscular es un proceso crucial que demanda un enfoque activo desde la fisioterapia. En este artículo hablaremos sobre cómo se manejan las roturas musculares en fisioterapia y sobre la importancia del trabajo activo desde el primer momento.

¿Qué es una rotura muscular?

Una rotura muscular es un daño estructural en las fibras musculares, que puede variar en gravedad desde micro roturas hasta desgarros completos del músculo. Este tipo de lesiones pueden ocurrir debido a movimientos bruscos o sobreesfuerzos de ese músculo, peso excesivo sin calentamiento previo, impactos directos o condiciones médicas preexistentes.

El papel de la fisioterapia en la recuperación de la lesión

El objetivo principal de la fisioterapia en el tratamiento de una rotura muscular es restaurar la función, además de reducir el dolor y promover la curación. El enfoque terapéutico varía según la gravedad de la lesión, la zona afectada y las necesidades individuales del paciente. Nuestros fisioterapeutas de Clínica Rozalén suelen seguir el siguiente protocolo tras una rotura muscular:

  • Evaluación inicial

El proceso comienza con una evaluación exhaustiva por parte del fisioterapeuta para determinar la extensión y la gravedad de la lesión. Esto puede incluir pruebas de fuerza, flexibilidad, rango de movimiento y pruebas específicas para identificar la ubicación y el grado de la rotura muscular. Con esta información, se desarrolla un plan de tratamiento personalizado.

  • Tratamiento

El tratamiento sigue varias fases: una fase aguda o inflamatoria (los primeros días tras la lesión), una fase subaguda (donde la lesión ya comienza a sanar y a cicatrizar) y una fase más avanzada (que se enfoca en fortalecer el área afectada y el músculo circundante para prevenir futuras lesiones).

En función de la fase en la que se encuentre el paciente, el tratamiento estará más enfocado a la reducción del dolor o a la recuperación de la funcionalidad. Por ejemplo, en los primeros días tras la lesión, se busca controlar el dolor en la medida de lo posible, aunque también es importancia empezar a mover y activar la musculatura de forma suave y controlada. Sin embargo, una vez el dolor ha reducido y la lesión comienza a cicatrizar, es conveniente hacer ejercicio con carga progresiva.

El tratamiento de una rotura muscular en fisioterapia consiste en:


1. Control del dolor: Se utilizan técnicas de terapia manual, como masajes y aplicaciones de calor/frío, para controlar el dolor y reducir el hematoma y la inflamación en caso de que fuera exagerada. También se pueden incluir modalidades de electroterapia para reducir el dolor y la inflamación. Además, se pueden recetar ejercicios de contracción isométrica suaves para mantener la fuerza muscular sin poner tensión adicional en el área lesionada. Estos tambien pueden ayudar a reducir el dolor, sobre todo los primeros días.

2. Ejercicios graduales: Los fisioterapeutas desarrollan un programa de ejercicio terapéutico con ejercicios específicos, adaptados a la fase de recuperación, para mejorar la fuerza, a resistencia, la movilidad y la funcionalidad muscular.

3. Movilización activa: También se enfatiza en la importancia de la movilización activa desde el principio, asegurándose de que el paciente se involucre en actividades que no comprometan la integridad de la lesión.

4. Fortalecimiento progresivo: A medida que avanza la recuperación, se intensifican los ejercicios de fortalecimiento para restaurar la funcionalidad y prevenir futuras recurrencias. En el caso de que la persona lesionada participe en algún deporte, también es importante adaptar los ejercicios a ese deporte, sobre todo en las fases finales del tratamiento, con el fin de que el paciente se encuentre preparado para volver a la práctica deportiva.

5. Educación continua:
Los pacientes reciben orientación sobre cómo autogestionar la lesión, incluyendo la importancia de la actividad moderada y el reconocimiento de las señales de advertencia. De esta forma se reduce el miedo y la incertidumbre asociados a la lesión.


¿Cuándo debo empezar a mover la zona lesionada?


Desde el momento en que ocurre la rotura muscular, es esencial iniciar movimientos suaves y controlados en la medida que el dolor lo permita. La inmovilización completa puede llevar a la pérdida de masa muscular y a la formación de tejido cicatricial, obstaculizando la recuperación a largo plazo. 

La fisioterapia adopta un enfoque activo al alentar a los pacientes a participar en actividades que no agraven la lesión, promoviendo así la circulación sanguínea y el proceso de regeneración para una pronta recuperación.

El reposo absoluto puede parecer la solución tras una rotura muscular, pero la realidad es que la inactividad prolongada puede ser perjudicial para la recuperación. El hecho de empezar con ejercicios de forma temprana y recuperar las actividades de la vida diaria lo antes posible empodera al paciente y optimiza los resultados a largo plazo.

Los principales beneficios del enfoque activo tras una rotura muscular son:

1. Prevención de atrofia muscular

2. Mejora de la circulación sanguínea

3. Prevención de adherencias y otras complicaciones

4. Recuperación funcional y de las actividades de la vida diaria

Si has sufrido alguna rotura muscular recientemente, cuenta con nuestros fisioterapeutas de Clínica Rozalén para tu recuperarte lo antes posible y poder volver a tus actividades de la vida diaria y a tu deporte sin miedo.

Autora: Paula del Toro (Fisioterapeuta).

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