Terapia de espejo, ¿qué es y para qué se utiliza?

¿Qué es la terapia de espejo?

La terapia de espejo es una técnica de tratamiento muy utilizada en fisioterapia, que se caracteriza por la creación de una imagen virtual de una parte del cuerpo.  
Se suele aplicar con las cajas espejo (o mirror box en inglés), que son estructuras con forma de cubo o triángulo con uno de los lados hueco y otro de los lados con un espejo. Esto permite introducir en la caja una extremidad (ya sea un brazo o una pierna), habitualmente la zona final de la misma (manos y pies), para que quede oculta dentro de la caja y el espejo permita reflejar la extremidad contraria.

Igualmente, esta técnica se puede aplicar únicamente con el uso de un espejo, colocando la extremidad afectada detrás de este y la extremidad ‘’sana’’ delante del espejo, para poder observar el reflejo.

A pesar de que esta técnica se utiliza fundamentalmente en las zonas distales de las extremidades, a medida que ha avanzado la investigación sobre la terapia de espejo y han emergido nuevas tecnologías, se ha ido adaptando esta técnica para poder ser aplicada en distintas partes del cuerpo.

¿Cómo funciona y para qué se utiliza la terapia de espejo?

El mecanismo de acción fundamental que tiene la terapia de espejo es tratar de facilitar un feedback visual al cerebro con una imagen que, por diferentes razones, es conveniente. El objetivo es que el paciente comience a procesar información de movimiento en ese miembro que queda tras el espejo a partir de la imagen reflejada del otro miembro sano.

Esta técnica funciona fundamentalmente gracias a las neuronas espejo. En el cerebro tenemos áreas neuronales que se activan no sólo cuando ejecutan movimiento si no también cuando observan e imitan una acción, ya sea de uno mismo o de otra persona. De esta manera, lo que estaríamos produciendo con la terapia de espejo es un fenómeno de sobre-aprendizaje mediante el cual la información antigua (y, a veces, dolorosa, como en el síndrome del miembro fantasma o en dolor crónico) sería borrada gradualmente de la memoria del cerebro por la nueva información visual, que indica que el miembro está sano.

Se suele aplicar en distintas situaciones clínicas pero, en general, se suele usar en pacientes que tengan procesos de dolor crónico complejo (como el síndrome de dolor regional complejo o el síndrome del miembro fantasma tras una amputación) o en enfermedades neurológicas que puedan afectar a la movilidad de una extremidad (por ejemplo tras un accidente cerebrovascular o parálisis de un miembro).

¿En qué fase de tratamiento se utiliza?

Aunque parezca que se puede aplicar este tratamiento en muchos casos, no todos los pacientes que cumplan con los criterios clínicos anteriormente citados son aptos para ello, ya que este tratamiento produce un alto impacto cognitivo.

Por ello, la terapia de espejo se incluye como última fase de un proceso que se conoce como Imaginería Motora Graduada. Se trata de una écnica de tratamiento muy usada en fisioterapia que recoge, en sí misma, 3 técnicas que se orientan a un tratamiento más cognitivo y van en progresión:

  1. Entrenamiento de la lateralidad: consiste en entrenar la velocidad de reconocimiento de la lateralidad, es decir, el paciente tendrá que ser capaz de identificar si la mano/pie que se muestra es izquierda o derecha. (diferenciación entre izquierda y derecha).

El reconocimiento de la lateralidad se puede trabajar con aplicaciones diseñadas para ello o con imágenes caseras ordenadas de forma aleatoria (hacerlo con fotos propias puede ser un poco más tedioso ya que necesitaríamos un banco de imágenes amplio y no contamos con el feedback de error-acierto que nos facilitan las aplicaciones).

  1. Imaginería motora: Consiste en el trabajo de representación mental de un movimiento o actividad normalmente implicando el miembro lesionado o afecto, pero sin que haya actividad real de esa parte del cuerpo.
  1. Terapia de Espejo.

Es necesario reconocer en qué fase se encuentra nuestro paciente ya que no todos son aptos para empezar directamente por la terapia de espejo. Es necesario que el paciente tenga un buen reconocimiento de la lateralidad para que cuando llegue el momento de ponerse en un espejo, su sistema nervioso reconozca una mano izquierda rápido, por ejemplo, y que no de tiempo a que procese la información que le haga pensar que se trata de un espejo. Es decir, tratamos de “engañar” al cerebro creando imágenes que nos interesa que el cerebro vea, como por ejemplo crear imágenes de movimiento en partes del cuerpo que ya no se mueven o ya no existen.

La indicación y prescripción de este tipo de técnica debe hacerla un profesional sanitario capacitado, ya que no todos los pacientes son aptos a recibir una técnica de tratamiento como esta.

Si quieres información más detallada sobre el papel de las neuronas espejo y sobre la propia técnica de la terapia de espejo, además de observar videos sobre cómo se utiliza de forma práctica, puedes consultar en este enlace: https://www.irflasalle.es/terapia-de-espejo/

Autora: Paula del Toro (Fisioterapeuta).

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