Alcanzando lo Invisible: La Terapia Transpersonal
En el amplio campo de la psicología, la Terapia Transpersonal destaca como una herramienta única para explorar las profundidades de la experiencia humana. En este artículo, exploraremos los fundamentos y la aplicabilidad de esta disciplina, conociendo cómo esta terapia nos puede ayudar a tener una comprensión más amplia de nosotros mismos.
¿Qué es la Terapia Transpersonal?
La Terapia Transpersonal nace con el desarrollo de la “cuarta fuerza” o “cuarta ola” de la psicología, lo que conocemos como psicología Transpersonal, después del conductismo, el psicoanálisis y la psicología humanista.
La psicología transpersonal concede una gran importancia a la dimensión interna, examinar las ventajas e inconvenientes de la introspección y de toda esa dimensión interna y subjetiva, que puede elevar nuestro nivel de conciencia mediante técnicas meditativas, entre otras. Aquí entra en juego la unión de la filosofía de Oriente con la filosofía de Occidente.
Algunos de los académicos y profesionales que han contribuido al desarrollo de la cuarta ola de la psicología incluyen a Ken Wilber, un teórico integral que ha abogado por la integración de diversas disciplinas y perspectivas en el estudio de la conciencia y la espiritualidad; Stanislav Grof, un psiquiatra que ha trabajado en el campo de la psicología transpersonal y la exploración de estados no ordinarios de conciencia.
Por otro lado, tenemos las bases de Carl Gustav Jung (Suiza, 1875-1961) un médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis; posteriormente, fundador de la escuela de psicología analítica, también llamada psicología de los complejos y psicología profunda. Como primera aproximación vamos a basarnos en el trabajo de los “niveles neurológicos” de Robert Dilts, que tiene como base el esquema propuesto por Carl Jung sobre el consciente y el inconsciente, sobre lo que adaptó la propuesta del antropólogo Gregory Bateson acerca de los “niveles lógicos del aprendizaje”. Tomando como símil la figura del iceberg, del cual solo apreciamos a simple vista el cinco por ciento que sobresale del agua, Dilts realiza un viaje hacia la profundidad, atravesando los diferentes niveles de manifestación del ser humano como si de capas superpuestas se tratara.
Vamos a imaginarnos esas capas:
- Conductas
- Actitudes
- Aptitudes
- Creencias
- Valores
- Identidad
Y de esta última, descender a la siguiente capa representa bucear en el espacio silencioso que acompaña el nivel transpersonal. El acceso a las bandas transpersonales del Ser llega de la mano de la autoconsciencia que, conforme sigue evolucionando, es capaz de desplegar un estado supramental o supraconsciente.
Transpersonal, significa más allá o a través de lo personal e integra aspectos espirituales y trascendentes del ser.
Somos más de lo que vemos a simple vista.
Realmente… ¿de qué estamos formados?
Formamos parte y compartimos más de lo que creemos con nuestro entorno y naturaleza, formamos parte de ese algo más grande que nosotros.
El cuerpo humano está compuesto en un 60% por ciento de agua, el cerebro se compone en un 70% de agua, la sangre en un 80% y los pulmones se componen en un 90% de agua.
El carbono, por ejemplo, es la base de las formas de vida que conocemos en la Tierra. Esto quiere decir que todo nuestro ser, nuestros átomos y los átomos de todos los seres vivos que pueblan, poblaron, o llegarán a poblar alguna vez la Tierra están hechos de los desechos de estrellas antiguas que murieron hace miles de años (puede que cientos o miles de millones de años). Esto es, en síntesis, la premisa de que la materia no se crea ni se destruye, sino que se transforma. Es decir, como decía Carl Sagan, probablemente el divulgador científico más famoso del siglo XX, todos (y todo) somos literalmente polvo de estrellas, en nuestra era, que reflexionan sobre estrellas.
De lo personal a lo Transpersonal – La salida es hacia dentro.
Según Jack Kornfield, cuando el Buda confrontó el problema de la identidad en la noche de su iluminación llegó al radical hallazgo de que no existimos como seres separados unos de otros. Vislumbró la tendencia humana de identificarse con un sentido limitado de la existencia.
El acceso a las bandas transpersonales del Ser llega de la mano de la autoconsciencia que, conforme sigue evolucionando, es capaz de desplegar un estado supramental o supraconsciente, que habita en una morada más profunda que cualquiera de las partes o identidades personales de la capa precedente, es el camino hacia la identidad esencial.
“Tu eres lo que estás buscando”. – Paloma Insúa.
Instantes de Sabiduría
Desde la terapia transpersonal aprendemos a ser observadores, nuestro propio Testigo que atestigua lo que sucede, como si en una gran pantalla de cine observases tu vida, cual película. Nos hacemos responsables de aquello que acontece siendo conscientes de lo inconscientes que aún somos. Y desde ese estado de contemplación, nuevas opciones y caminos surgen a nuestro paso.
Desde las reflexiones de los grandes pensadores hasta las observaciones cotidianas, cada frase nos lleva a un viaje de autoconocimiento y comprensión. Ahora te muestro unos fragmentos para hacerte reflexionar.
“Cuando descanso en el testigo puro y simple, dejo de estar a merced de las experiencias gozosas o aterradoras, todas las experiencias discurren por mi rostro original como lo hacen las nubes por el cielo trasparente del otoño, y en mí hay cabida para todo”. – Ken Wilber
Recuerda, no eres la charla que oyes en tu cabeza; eres el testigo que oye esa charla. – Sri. Nisargadatta Majarah
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Bibliografía recomendada:
- Grof, S. (2010). Breve historia de la psicología transpersonal. Journal of transpersonal research, 2(2), 125-136.
- Kornfield, J. La ausencia del yo en el budismo
- Visser F. (2004). Ken Wilber o la pasión del Pensamiento. Editorial Kairos.
- Wellwood J. (2002). Psicología para el despertar. Editorial Kairos.
Autora: Paloma Insúa (Psicoterapeuta)
