Ómicron: ¿Cuándo hacerme el test y qué síntomas tendré?

Todo sobre la nueva variante del COVID: Ómicron


La variante Ómicron del coronavirus fue detectada por primera vez en Sudáfrica a finales de noviembre y se está propagando rápidamente por gran parte del mundo. Esta variante destaca por el aumento de la transmisibilidad, de hecho, se ha convertido rápidamente en la dominante del virus en España, rozando ya el 50% de los casos en nuestro país.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la variante Ómicron?


Esta cepa del coronavirus se contagia de forma más rápida que otras variantes del coronavirus, pero, a pesar de su mayor facilidad para propagarse, la buena noticia es que parece estar generando síntomas más leves que las anteriores. Tiene una menor capacidad para provocar casos graves de la enfermedad y, por lo tanto, menos ingresos hospitalarios y menos muertes que en picos anteriores de la pandemia, incluso con la variante Delta.


Algunos datos de laboratorio sugieren que Ómicron puede crecer muy rápidamente en las células del tracto respiratorio superior, aunque lo hace peor en nuestros pulmones. Esto podría ayudar a explicar por qué Ómicron se propaga tan rápidamente y por qué parece ser menos grave. Debido a que gran parte del mundo ha estado expuesta ya a alguna variante del coronavirus, bien a través de una infección o de una vacuna, esta forma más leve del coronavirus que estamos viendo ahora puede no comportarse de la misma manera con las personas que no han sido expuestas al virus.


Los síntomas son parecidos a los de anteriores cepas, aunque sí que predomina la secreción o congestión nasal, síntoma que no era tan frecuente en otras variantes. Algunos enfermos han confirmado que no presentan pérdida de olfato ni de gusto, que se trataba de un síntoma hasta ahora característico entre los infectados por coronavirus. Como principal característica, los contagiados con la variante Ómicron señalan que están sufriendo episodios de sudores nocturnos, un síntoma que no se había registrado hasta ahora.


Aunque los síntomas de Ómicron están siendo más leves en la mayoría de los infectados, el problema es que su sola propagación hará que muchas personas enfermen a la vez, algo que puede afectar a los sistemas de salud. Además, actualmente no se conoce la probabilidad de que las personas infectadas con la Ómicron se queden con síntomas crónicos.


Los síntomas más característicos que presentan los pacientes infectados con esta cepa son:

• Fatiga
• Dolor de garganta
• Fiebre leve
• Tos seca
• Dolor muscular
• Congestión y secreción nasal

¿Cuánto se tarda en presentar síntomas y cuándo debería hacerme un test?


Si has estado en contacto con una persona infectada, deberías hacerte un test para ver si te has contagiado o no. ¿Pero cuánto hay que esperar? Los datos sugieren que los síntomas pueden aparecer poco después de la exposición (lo que se conoce como período de incubación), ligeramente antes en comparación con las cepas anteriores. Una de las principales diferencias entre la variante Ómicron y la Delta es el tiempo de incubación. Con la nueva cepa, una persona expuesta solo necesita tres días para presentar síntomas y dar positivo en un test mientras que con Delta este periodo es cuatro a seis días.


Es importante recordar que los tests rápidos de antígenos pueden dar falsos negativos. Por ello, lo recomendable es esperar mínimo 3 días desde que estas en contacto con la persona infectada para hacerte la prueba. En caso de ser negativo, se debería repetir al de 2 o 3 días, y si da positivo, se recomienda llamar a tu centro de salud para que te realicen una PCR de confirmación.

¿Cómo de efectivas son las vacunas y los refuerzos contra Ómicron?


Debido a esta última ola de contagios por esta nueva cepa, se está viendo que las vacunas no brindan tanta protección contra Ómicron en términos de transmisibilidad. Pero múltiples estudios han demostrado que las dosis de refuerzo parecen restaurar significativamente la efectividad contra Ómicron. En un estudio de Reino Unido se demostró que las inyecciones de refuerzo pueden restaurar la protección contra Ómicron hasta un 70% y 75%, además de ofrecer una protección aún mayor contra las patologías más graves.


Además, se está comprobando que las vacunas han permitido que se reduzcan de manera importante las hospitalizaciones e ingresos en la UCI disminuyendo, asimismo, el número de casos más graves de la enfermedad y las muertes.


Por ello, a pesar de que se ha incrementado masivamente el número de contagios, sin las vacunas los hospitales estarían desbordados y la mortalidad estaría disparada.

Paula del Toro (Fisioterapeuta)

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