La disfunción eréctil es un problema frecuente que afecta a muchos hombres en odo el mundo. Puede estar asociado a diversas causas, tanto orgánicas como psicológicas, y su prevalencia aumenta con la edad. Existen múltiples opciones de tratamiento disponibles en la capital. Desde medicamentos hasta terapias innovadoras, es fundamental un diagnóstico adecuado para determinar el enfoque más efectivo.

Causas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil es un problema de salud masculina que se ha vuelto cada vez más relevante. Las cifras indican que un considerable porcentaje de la población masculina de distintas edades enfrenta esta dificultad, lo que puede estar ligado a varios factores:
Factores orgánicos y psicológicos
La disfunción eréctil puede ser provocada por una combinación de factores orgánicos y psicológicos. Entre los factores orgánicos, las condiciones físicas desempeñan un papel fundamental. Por su parte, las cuestiones psicológicas pueden intensificarse debido a la angustia relacionada con la situación.
Enfermedades asociadas
Diversas enfermedades crónicas están relacionadas con la disfunción eréctil. Estas enfermedades impactan tanto el bienestar general como la salud sexual.
Diabetes mellitus
La diabetes mellitus afecta la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en sangre. Esta condición puede dañar los nervios y vasos sanguíneos, lo cual es crucial para la función eréctil.
Hipertensión arterial
La hipertensión arterial puede conducir a problemas circulatorios que afectan el flujo sanguíneo al pene. Esto, a su vez, puede comprometer la capacidad de lograr y mantener una erección.
Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares están estrechamente ligadas a la disfunción eréctil. Problemas como la arteriosclerosis pueden obstaculizar el flujo sanguíneo necesario para una erección satisfactoria.
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata y su tratamiento pueden afectar significativamente la función eréctil. Las terapias asociadas, como la cirugía o la radioterapia, pueden resultar en disfunción sexual.
Estilo de vida
El estilo de vida desempeña un papel esencial en la salud sexual. Factores como la dieta, el ejercicio y el consumo de sustancias pueden aumentar el riesgo de experimentar disfunción eréctil. El tabaquismo está asociado con problemas circulatorios, afectando la erección. Por otro lado, el sedentarismo puede contribuir al sobrepeso, lo que afecta negativamente la salud sexual. El consumo excesivo de alcohol puede perjudicar la función eréctil y llevar a la deshidratación. Además, una dieta poco saludable también juega un papel, siendo clave una alimentación balanceada.
Síntomas y diagnóstico de la disfunción eréctil
El diagnóstico adecuado de la disfunción eréctil es crucial para determinar la causa subyacente del problema y establecer el tratamiento más eficaz. Implica una evaluación exhaustiva que incluye la historia clínica y pruebas diagnósticas específicas.
La historia clínica ofrece información valiosa sobre el paciente, sus antecedentes médicos y posibles factores de riesgo. Es fundamental recoger datos sobre la salud general, el uso de medicamentos, y la presencia de condiciones médicas que pudieran influir en la función eréctil. Este primer paso permite al especialista identificar si la disfunción tiene un origen físico, psicológico o mixto.
En la historia clínica se recogen los síntomas del paciente, pudiendo ser alguno de los siguientes:
- Poder tener una erección en ocasiones, pero no cada vez que se desea tener relaciones sexuales.
- Poder tener una erección, pero no por el tiempo necesario para poder tener relaciones sexuales.
- No poder tener una erección en ningún momento

Además, existen numerosas pruebas diagnósticas disponibles para confirmar los síntomas:
- Ecografía Doppler peneana
Este procedimiento evalúa el flujo sanguíneo en los vasos del pene, ayudando a identificar problemas circulatorios que pueden causar disfunción eréctil. Una ecografía Doppler puede proporcionar imágenes precisas de la anatomía vascular y el flujo sanguíneo.
- Registro de erecciones nocturnas
Se utiliza un dispositivo conocido como RigiScan para medir las erecciones nocturnas. Esta prueba ayuda a determinar si el paciente tiene erecciones durante el sueño, lo que puede sugerir que la disfunción es de origen psicológico si las erecciones son normales.
- Cavernosometría y cavernosografía
Ambos estudios examinan la presión y el flujo sanguíneo en los cuerpos cavernosos del pene. Estas pruebas permiten evaluar la capacidad del pene para generar una erección, así como la circulación sanguínea necesaria para mantenerla.
- Test de inyección intracavernosa
Consiste en la inyección de una sustancia en el pene para inducir una erección. Esta prueba permite evaluar la respuesta eréctil y puede ayudar a determinar si la causa de la disfunción está relacionada con factores vasculares.
Opciones de tratamiento para la disfunción eréctil
Lo más importante es probar primero con fisioterapia de suelo pélvico, ya que es una opción segura, no invasiva y con evidencia creciente en el tratamiento de la disfunción eréctil, especialmente cuando la causa es de origen vascular, neuromuscular, o por desuso muscular.
¿Qué se trabaja en fisioterapia?
- Entrenamiento de la musculatura perineal (especialmente el músculo bulbocavernoso y el isquiocavernoso).
- Biofeedback para enseñar al paciente a identificar y activar los músculos del suelo pélvico correctamente.
- Electroestimulación, cuando hay debilidad importante.
- Terapia manual si hay tensión o hipertonía muscular.
- Reeducación postural y respiratoria.
- Educación sobre hábitos que influyen negativamente (estreñimiento, sedentarismo, consumo de tabaco, etc.).
Diversos estudios han demostrado mejoras en la calidad de las erecciones tras programas específicos de entrenamiento del suelo pélvico de al menos 12 semanas.
- Terapia psicológica
Por otro lado, también se puede acompañar de terapia psicológica, especialmente cuando se encuentra una causa o factor psicológico influyente. La disfunción eréctil puede tener un componente psicológico significativo, como ansiedad de desempeño, estrés, baja autoestima o experiencias sexuales negativas previas.
El acompañamiento psicológico puede:
- Reducir la ansiedad relacionada con el sexo.
- Trabajar bloqueos emocionales o traumas.
- Mejorar la comunicación en pareja.
- Complementar perfectamente la terapia física para un abordaje global.
- Otras opciones médicas y farmacológicas
Aunque no deben ser la primera opción si no es necesario, en algunos casos se pueden asociar tratamientos médicos o farmacológicos. Estos incluyen:
1. Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5)
- Ejemplos: sildenafil (Viagra), tadalafil (Cialis), vardenafil.
- Favorecen la erección al mejorar la vasodilatación.
- Eficaces en muchos casos, pero no corrigen la causa subyacente.
2. Terapias inyectables intracavernosas
- Alprostadil o papaverina.
- Se utilizan cuando los fármacos orales no funcionan.
- Requieren formación específica y seguimiento médico.
3. Dispositivos de vacío (bombas de vacío)
- Estimulan la erección por presión negativa.
- Se pueden usar antes de relaciones sexuales, a veces con anillo constrictor.
4. Terapias hormonales
- Solo si hay déficit demostrado de testosterona.
- Siempre con control endocrinológico o urológico.
5. Cirugía (prótesis peneanas)
- Última opción en casos severos y refractarios.
- Hay opciones hidráulicas y semirrígidas.
En conclusión, la disfunción eréctil no es solo un problema de erección, sino un reflejo del estado del cuerpo, la mente y el entorno. Por eso, el abordaje más efectivo es interdisciplinar, empezando por la fisioterapia de suelo pélvico, acompañada si es necesario de terapia psicológica, y utilizando las opciones médicas solo cuando estén indicadas.
Si tienes dudas contáctanos a través de info@clinicarozalen.com y te ayudaremos.
Clínica Rozalén