Hipoxia
¿Qué cambia con el aumento de la altitud?
A medida que se asciende a mayor altitud, la presión atmosférica disminuye. Esto ocurre porque hay una menor concentración de moléculas de oxígeno en el aire. Un metro cúbico de aire en altitudes elevadas contiene menos oxígeno que al nivel del mar. En otras palabras, cuanto mayor sea la altitud, menor será la cantidad de oxígeno disponible, lo que dificulta la respiración. Como resultado, el organismo recibe menos oxígeno con cada inhalación y, para compensarlo, acelera la respiración y el ritmo cardíaco, asegurando así que las células obtengan el oxígeno necesario.
¿Cómo funciona el entrenamiento en hipoxia intermitente?
Exposición a hipoxia: Se reduce el nivel de oxígeno en el aire inhalado, generalmente utilizando máscaras de hipoxia, cámaras hipobáricas o dispositivos que regulan la cantidad de oxígeno. Esto imita las condiciones de altitud elevada.
Fase de recuperación: Después de un período en hipoxia, se vuelve a respirar aire normal para permitir la recuperación. Este ciclo se repite varias veces durante la sesión que tiene una duración de 40 minutos.
Tenemos dos tipos de entrenamiento en hipoxia intermitente
- Pasivo: La persona descansa mientras alterna entre respirar aire pobre en oxígeno y aire normal.
- Activo: Se combina con ejercicio físico, como correr o pedalear, para maximizar las adaptaciones.
¿Por qué es eficaz el entrenamiento en altitud?
En primer lugar, durante el entrenamiento en altitud, el organismo se adapta al aire con bajo contenido de oxígeno (hipoxia) aumentando la producción de glóbulos rojos (eritrocitos). Con un mayor número de glóbulos rojos, se puede transportar más oxígeno a través del cuerpo, los músculos y, finalmente, las células. La consecuencia es un aumento significativo del rendimiento.
Objetivos y beneficios
El EHI (entrenamiento en hipoxia intermitente) se utiliza tanto en el ámbito deportivo como en la salud para aprovechar las adaptaciones provocadas por la exposición a hipoxia, tales como:
Mejora del rendimiento aeróbico y anaeróbico: Estimula la producción de eritropoyetina (EPO), que aumenta la cantidad de glóbulos rojos y mejora la capacidad de transporte de oxígeno.
Mejora la eficiencia en el uso del oxígeno por parte de los músculos.
Adaptaciones musculares: Incrementa la densidad mitocondrial y la capacidad oxidativa de los músculos.
Reducción del estrés oxidativo: Exposiciones controladas pueden activar sistemas antioxidantes y antiinflamatorios del cuerpo.
Beneficios metabólicos: Ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de lípidos.
¿Por qué mejora la apnea del sueño con el entrenamiento en hipoxia?
La apnea del sueño es un trastorno caracterizado por pausas en la respiración o respiraciones muy superficiales durante el sueño, lo que interrumpe el descanso adecuado. En este contexto, el condicionamiento hipóxico, que implica exposiciones repetidas a niveles bajos de oxígeno, ha sido propuesto como una intervención terapéutica no farmacológica para mejorar ciertas funciones fisiológicas y preparar al organismo frente a posibles afecciones agudas o crónicas.
Por lo tanto, resulta lógico considerar que someter a pacientes con apnea del sueño a ciclos controlados de hipoxia intermitente podría ayudar al organismo a adaptarse a la hipoxemia que provoca esta enfermedad, reduciendo sus efectos perjudiciales mediante adaptaciones fisiológicas beneficiosas.