La Reflexología Podal se puede definir como una terapia manual, que consiste en realizar un masaje en los pies, a partir de la técnica basada en las zonas reflejas. Las zonas reflejas son localizaciones que se encuentran en pies y manos, las cuales son el reflejo de otras. Los pies son la zona refleja protagonista en esta terapia. El masaje se lleva a cabo en toda la superficie del pie, incidiendo más en los puntos reflejos, los efectos que se persiguen con esto es el re-equilibrio del organismo.
El re-equilibrio del organismo, es algo en lo que incide la reflexología, puesto que a través de esto se conseguirá un estado ideal, un equilibrio, el cual es ideal para desbloquear el sistema inmunitario de nuestro cuerpo. El sistema inmunitario se encuentra normalmente «bloqueado», debido a las numerosas ocasiones en las que nuestro cuerpo se encuentra sometido a periodos de estrés, el cual genera una tensión que puede desembocar en patologías y problemas de salud.
La reflexología podal consigue a través del tratamiento de zonas reflejas, situadas en los pies, (los cuales están conectados íntimamente al sistema nervioso central), llevar al paciente a un estado de relajación, el cual facilitará a nuestro propio cuerpo a desbloquear sus mecanismos de defensa, acelerando el proceso de curación de patologías o desequilibrios, como son el insomnio, ansiedad, depresión.
Reflexología Podal. Disciplina milenaria
Los historiadores, coinciden en su origen, Egipto, aunque existan también antecedentes de esta disciplina en la antigua medicina china. Desde épocas históricas muy tempranas, ya existía la conciencia de que en el pie, se reunían puntos reflejos que desembocaban en todos los órganos del cuerpo, y existía una conexión directa con el sistema nervioso, a su vez conectado a nuestro esqueleto, sistema óseo y muscular. Los sanadores de estas épocas, a través de la reflexología podal, aplicando presión en zonas reflejas, aliviaban tensiones en ciertas zonas del cuerpo, relajando y eliminando desequilibrios.
Masajes de relajación previa al tratamiento
Se deben aplicar relajación en la zona a tratar ya que eso ayuda a la eficacia del tratamiento, algunas técnicas son:
1.Una técnica de relajación de pies es comprimiendo los huesos. Esta técnica consiste en oprimir con el puño cerrado la planta del pie, con la otra mano se envuelve transversalmente el dorso, cubriendo parcialmente los dedos, y apretar con ambas manos. De ésta manera se distienden los tejidos y la inter distancia de los huesos.
2. Girar lentamente el pie a la derecha y después a la izquierda. Así, se relaja el pie y los músculos de las piernas. Eliminando la tensión, se provoca relajación en todo el cuerpo. Sostener el tobillo con una mano, mientras se gira el pie con la otra, mantenga la pierna en una posición estable, de modo que no se muevan los músculos de la parte superior.
3. Otra técnica es frotar ligeramente los tobillos y los lados del pie con ambas manos, mediante un movimiento rotatorio simultáneo de la palma de cada mano: así se produce una sensación de calor. Es una buena técnica para las personas que suelen tener los pies fríos.
La sesión de Reflexología Podal
Comienza con una exploración para detectar alguna anomalía. En un estado favorable, nuestros pies deben presentarse indoloros a la presión y elásticos. Si la sensación fuese contraría podríamos estar ante un síntoma de desequilibrio orgánico.
El masaje de reflexología se realiza en ambos pies, comenzando por el izquierdo, y terminando en el derecho. El procedimiento es exactamente el mismo en ambos pies. Se ha de comenzar en la zona de los dedos y acabar en el talón. El masaje se ha de realizar dibujando con los dedos círculos en las zonas reflejas. Cuando se encuentra alguna molestia, se incide más en ella,insistiendo unos 50 segundos.
Una sesión de reflexología podal suele durar unos 60 minutos y sus efectos terapéuticos comienzan a notarse a partir de la 6º sesión. Debe realizarse una sesión por semana.
Aplicaciones de la Reflexología Podal
A pesar de no ser una ciencia científicamente demostrada ya que en la actualidad no existe ningún tipo de estudio que demuestre su eficiencia, sí que existen numerosos casos donde el uso de la reflexología podal aportó mejoras significativas sobre el paciente.
La aplicación más obvia es la relajación sobre el paciente, ya que aunque no existiesen los meridianos de energía por nuestro cuerpo, al menos estaríamos recibiendo un masaje sobre los pies que nos puede ayudar a relajarnos. Aunque es bastante frecuente que después de una sesión de reflexología se experimente cierto malestar, conocido como “reacciones curativas”, ya que el cuerpo estará equilibrando los niveles de energía. Sólo durará un par de horas en el peor de los casos y después nos sentiremos mucho mejor que antes de tomar la sesión.
Beneficios de la reflexología podal:
- Es relajante.
- Alivia el estrés.
- Activa la circulación sanguínea.
- Afloja las contracturas.
- Mejora la calidad del sueño.
- Activa el sistema inmunológico.
- Favorece mecanismos de depuración y eliminación de toxinas.
- Equilibra los distintos sistemas.