Los mareos o vértigos cervicogénicos son una afección bastante frecuente en la cual existe una relación muy estrecha entre la columna cervical y las alteraciones sensoriales. Aunque no es una condición tan frecuente como otras formas de vértigo, como el vértigo posicional paroxístico benigno, su impacto en la calidad de vida de quienes lo padecen puede ser significativo por lo que, en este artículo, hablaremos en profundidad de qué son los mareos cervicogénicos, cuáles son sus causas, cómo se diagnostican y cuál es su tratamiento.

¿Qué son los mareos cervicogénicos?
Los mareos, un síntoma frecuente en distintos grupos de edad, pueden estar influidos por multitud de factores, y la columna cervical es uno de ellos. Las cervicales desempeñan un papel fundamental en el control sensoriomotor, la estabilidad postural y la coordinación general del cuerpo, especialmente los segmentos más altos del cuello, que son esenciales para la estabilidad de la cabeza.
Por lo tanto, los mareos cervicogénicos son una forma de vértigo que se origina por una disfunción relacionada con las estructuras cervicales. A diferencia de otros tipos de vértigo que pueden tener su origen en el oído interno (como el vértigo posicional paroxístico benigno o la enfermedad de Ménière), los mareos cervicogénicos están directamente relacionados con problemas en la columna cervical.
Los nervios y receptores sensoriales que se encuentran en la región cervical alta transmiten información al cerebro sobre la posición de la cabeza y su movimiento. Si la función de estos receptores o nervios se ve alterada por afecciones causadas por lesiones o enfermedades que afectan al cuello, el cerebro puede interpretar de manera incorrecta la información sobre el equilibrio, lo que resulta en sensaciones de mareo, inestabilidad o vértigo.

¿Cuáles son las causas de los mareos?
Alrededor de las vértebras cervicales hay numerosos músculos y ligamentos que trabajan en armonía para proporcionar estabilidad y facilitar el movimiento. Uno de este grupo de músculos, situado en la base del cráneo, es el grupo de los músculos suboccipitales, que poseen numerosos receptores sensoriales, siendo esto crucial para la capacidad del cuerpo de realizar y coordinar movimientos precisos y mantener la postura y el equilibrio.
Es por esto por lo que un problema en las cervicales puede afectar directamente a el procesamiento de la información propioceptiva que emiten los músculos y las articulaciones de esta zona y, por lo tanto, producir mareos cervicogénicos, siendo algunas causas comunes:
- Lesiones traumáticas: Las lesiones por latigazo cervical (whiplash) o esguinces cervicales pueden dañar los ligamentos, músculos o articulaciones del cuello, lo que provoca una disfunción en los mecanismos sensoriales.
- Problemas degenerativos: La osteoartritis o la degeneración de las articulaciones cervicales (espondilosis cervical) pueden comprometer la movilidad y causar una interrupción en la comunicación neurológica entre el cuello y el cerebro.
- Posturas forzosas para el cuello de forma prolongada: La postura de llevar el cuello hacia delante de forma muy prolongada, que es común en personas que pasan muchas horas frente al ordenador, pueden generar tensiones excesivas en los músculos suboccipitales y en las articulaciones cervicales y, con el tiempo, llevar a disfunciones sensoriales.
- Alteraciones en las vértebras cervicales altas: La unión de la cabeza con las primeras vértebras cervicales es crucial para la propiocepción y el equilibrio. Disfunciones en esta región, como restricciones de movilidad en la articulación atlanto-occipital (C0-C1) y atlanto-axial (C1-C2), pueden generar una alteración en la información sensorial que se envía al cerebro, produciendo una sensación de mareo.
- Inhibición o debilidad de los músculos profundos del cuello: Los músculos profundos del cuello, como el largo del cuello y el largo de la cabeza, son fundamentales para la estabilización de la columna cervical. Si están debilitados o inhibidos (común en personas con dolor crónico de cuello), se produce una falta de soporte adecuado y se altera el flujo de información propioceptiva, lo que contribuye a la sensación de mareo.
- Alteración en el flujo sanguíneo vertebrobasilar: Aunque no es la causa más común, en algunos casos la disfunción cervical afecta el flujo sanguíneo en las arterias vertebrales, especialmente durante movimientos extremos del cuello. Esto puede reducir el suministro de sangre al sistema vestibular y causar mareos.
- Ansiedad y estrés crónico: La ansiedad y el estrés suelen incrementar la tensión muscular, especialmente en la región cervical. Esto puede intensificar las disfunciones cervicales ya presentes y, junto con la alteración del sistema propioceptivo, aumentar la percepción de mareo.
Síntomas y diagnóstico de los vértigos
El diagnóstico de los mareos cervicogénicos es complejo debido a la naturaleza multifactorial del mareo y los síntomas superpuestos con otras condiciones, como el vértigo de origen vestibular.
La evaluación de los mareos cérvicogénicos requiere una entrevista detallada con el paciente (en la que se recopila información crucial sobre el inicio a la duración y la naturaleza de los mareos así como cualquier dolor de cuello asociado o problemas previos de la columna cervical), exploración física (esta tiene como objetivo descubrir cualquier anomalía o disfunción músculo esquelética en la región cervical para detectar zonas de sensibilidad, reducción de la amplitud de movimiento, o debilidad muscular) y pruebas sensoriomotoras (estas evalúan la capacidad del paciente para coordinar movimientos y mantener el equilibrio para evaluar posibles déficits en la propiocepción o la función vestibular).
Los pacientes con mareos cervicogénicos pueden experimentar una amplia variedad de síntomas, siendo los más comunes:
- Sensación de vértigo o mareo después de mover la cabeza o el cuello.
- Dolor cervical, que puede irradiarse hacia los hombros o la parte superior de la espalda.
- Rigidez en el cuello y disminución del rango de movimiento cervical.
- Dolores de cabeza frecuentes, a menudo asociados con la rigidez del cuello.
- Sensación de inestabilidad o desequilibrio, que puede agravarse en posiciones estáticas prolongadas o después de movimientos repentinos de la cabeza.
- Visión borrosa o dificultades para enfocar los ojos, especialmente al mover la cabeza rápidamente.
El diagnóstico de los mareos cervicogénicos es desafiante debido a la naturaleza multifactorial del vértigo y los síntomas superpuestos con otras condiciones, como el vértigo de origen vestibular. Sin embargo, existen varios tests clínicos que ayudan a diferenciar el vértigo cervicogénico de otras causas:
Tratamiento fisioterapéutico para los mareos cervicogénicos
La fisioterapia es una de las intervenciones más eficaces para el tratamiento de los mareos cervicogénicos. El enfoque se centra en mejorar la movilidad cervical, la fuerza muscular, la postura y la propiocepción, es decir, la capacidad del cuerpo de percibir la posición y el movimiento de las articulaciones.
El objetivo del tratamiento de fisioterapia es restaurar la función normal de la columna cervical y reducir el flujo de señales propioceptivas anómalas hacia el sistema nervioso central, mejorando así la sensación de equilibrio y reduciendo el mareo. Algunas intervenciones fisioterápicas que se suelen usar para ello son:
- Terapia manual
Las distintas técnicas de terapia manual sobre las articulaciones y los tejidos blandos pueden ayudar a aliviar la tensión y mejorar la función mecánica del cuello a corto plazo.
- Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento
El fortalecimiento de los músculos flexores profundos del cuello, responsables de la estabilidad cervical, es crucial para reducir la aparición de mareos. Además, los estiramientos específicos de los músculos cervicales pueden reducir la percepción de rigidez y mejorar la movilidad.
- Entrenamiento sensorimotor o propioceptivo
El entrenamiento propioceptivo se centra en ejercicios que mejoran la capacidad del cuerpo para percibir la posición y el movimiento de las articulaciones, con el objetivo de tener un sentido más preciso de la posición de la cabeza y el cuello y así mejorar el equilibrio y la orientación espacial. Estudios han demostrado que el entrenamiento del control motor puede disminuir significativamente los síntomas de mareo y mejorar el equilibrio en pacientes con mareo cervicogénico.

- Corrección postural
Aunque la postura no esté directamente relacionada con el mareo, en el caso de personas que pasan muchas horas delante de un ordenador el hecho de tener una postura de cuello adelantada de forma prolongada sí puede influir en la aparición de dolor de cuello y de mareo. Por ello, tomar conciencia de esa zona del cuerpo y tratar de mejorar esa postura durante el trabajo, sobre todo usando estrategias para que la persona cambie de postura y se mueva cada poco tiempo, es crucial.
- Ejercicios vestibulares
En algunos casos, se suelen integrar ejercicios vestibulares para tratar los trastornos del equilibrio asociados a los mareos cervicogénicos, de tal forma que el cerebro procese e integre mejor la información sensorial procedente del sistema vestibular, los ojos y las entradas propioceptivas de la región cervical, lo que puede reducir significativamente los mareos y mejorar la estabilidad.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de ejercicios de este tipo:
En conclusión, los mareos cervicogénicos son una afección compleja pero tratable que afecta a muchas personas, especialmente aquellas con problemas cervicales. Reconocer la compleja relación entre la columna cervical, la función sensoriomotora y el equilibrio es primordial para el tratamiento eficaz de los mareos, siendo la columna cervical contribuidora de los síntomas. La fisioterapia desempeña un papel central en su tratamiento por lo que, si sufres de mareos frecuentes asociados a problemas cervicales, es fundamental que consultes a un fisioterapeuta especializado para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento basado en evidencia.
BIBLIOGRAFÍA:
Piromchai, P., Toumjaidee, N., Srirompotong, S., & Yimtae, K. (2023). The efficacy of self-exercise in a patient with cervicogenic dizziness: A randomized controlled trial. Frontiers in neurology, 14, 1121101. https://doi.org/10.3389/fneur.2023.1121101
Reid, S. A., Callister, R., Snodgrass, S. J., Katekar, M. G., & Rivett, D. A. (2015). Manual therapy for cervicogenic dizziness: Long-term outcomes of a randomised trial. Manual therapy, 20(1), 148–156. https://doi.org/10.1016/j.math.2014.08.003
Li, Y., Yang, L., Dai, C., & Peng, B. (2022). Proprioceptive Cervicogenic Dizziness: A Narrative Review of Pathogenesis, Diagnosis, and Treatment. Journal of clinical medicine, 11(21), 6293. https://doi.org/10.3390/jcm11216293
Autora: Paula del Toro (Fisioterapeuta)