La condromalacia rotuliana también conocida como síndrome femoropatelar o condropatía rotuliana es una patología caracterizada por la degeneración o lesión de la superficie articular del cartílago de la rótula, que se manifiesta con dolor en la cara anterior de la rodilla. Es una condición bastante común, especialmente en mujeres, por lo que en este artículo te contamos qué es la condromalacia rotuliana y por qué se produce, sus síntomas, cuál es su tratamiento y cómo prevenir sus síntomas.

¿Qué es la condropatía rotuliana?
La degeneración o lesión del cartílago de la rótula puede ocurrir por múltiples causas. La rótula es un hueso de la cara anterior de la rodilla, que tiene amplia movilidad y participa sobre todo en la extensión de rodilla.
En la rótula se insertan los 4 vientres musculares del cuádriceps y, con el tendón rotuliano, se conecta con la tuberosidad de la tibia, ejerciendo ciertas presiones en la rodilla. Cuando estas tensiones son excesivas y se produce un desequilibrio de fuerzas, la rótula puede sufrir una desviación lateral. Como consecuencia, se produce un roce continuado en la cara inferior de la rótula, que es donde se ubica el cartílago que busca proteger el hueso, y esto da lugar al desgaste del mismo.
Cabe destacar que, aunque esta patología es más conocida como “condromalacia rotuliana”, ya que durante muchos años se ha denominado así, en la actualidad se prefiere usar el término de “condropatía rotuliana”, que se refiere a los casos de dolor anterior de rodilla producido por una lesión en el cartílago.
Existen 4 grados de condropatía rotuliana:
- Grado 1: hay reblandecimiento del cartílago
- Grado 2: empieza a haber fisuras de la superficie del cartílago
- Grado 3: las fisuras del cartílago ya son profundas
- Grado 4: existe exposición del hueso subcondral (de debajo del cartílago)

Es importante tener en cuenta que el grado de condromalacia no está relacionado directamente con la intensidad del dolor, ya que hay personas diagnosticadas de grado 1 que presentan mucho dolor y personas con un grado 4 sin nada de dolor.
¿Por qué se produce la condromalacia rotuliana?
Las causas de la condromalacia rotuliana se diferencian entre los factores anatómicos y los adquiridos:
- Factores anatómicos:
Algunas personas tienen una predisposición genética a que su rótula esté desplazada hacia el lado externo de la rodilla, además del hecho de tener las caderas anchas, un eje valgo en el fémur (tener las rodillas más hacia dentro) y/o caminar con rotación externa de los pies.
Otras causas anatómicas que pueden influir en el desarrollo de esta condición son el hecho de tener una rótula asimétrica, alta y/o lateralizada. Este último también puede aumentar el riesgo de padecer una luxación de la rótula.
- Factores ambientales o adquiridos:
Además de los anatómicos, existen algunos factores adquiridos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar condropatía rotuliana, siendo uno de estos el sobrepeso, ya que se carga un peso excesivo sobre las rodillas y, por lo tanto, sobre las rótulas.
En algunos casos, el dolor se produce tras realizar de forma repetitiva ciertas actividades físicas. Esto ocurre, por ejemplo, en los cambios de intensidad y en los corredores de fondo, especialmente si se entrena con un calzado inadecuado o en superficies duras, lo que aumenta la transmisión de fuerzas a la rótula.
Otro de los factores adquiridos que desencadenan la condromalacia rotuliana es la falta de musculación, sobre todo en el cuádriceps. Una carrera de fondo, por ejemplo, sin musculación adecuada hace que se pierda el mecanismo mediante el que se amortiguan los músculos, por lo que se acaba liberando más fuerza alrededor de la rótula. Algo similar sucede cuando sobrepasas el tiempo de entrenamiento (sobreentrenamiento) o recorres una distancia más larga de lo que estás preparado.
Síntomas de la condropatía rotuliana
Es muy importante saber que no existe una correlación entre las manifestaciones clínicas y el grado de lesión anatómica, es decir, que una gran lesión de cartílago puede no provocar dolor y una pequeña sí hacerlo.
El principal síntoma de la condropatía rotuliana es el dolor en la cara anterior de la rodilla. Además, también puede haber inflamación en la articulación, limitación del movimiento e, incluso, ciertos ruidos.
El dolor aparece de forma gradual y puede darse en una o en ambas piernas. Al principio, además, puede relacionarse con la actividad física, especialmente en las siguientes actividades que implican flexión de la rodilla:
- Al hacer sentadillas (especialmente profundas)
- Al estar de cuclillas
- Al subir y, sobre todo, al bajar escaleras
- Al subir y bajar cuestas
- Con ejercicios de salto o carrera
- A veces al caminar durante mucho tiempo
- Al estar sentado un largo período de tiempo con la rodilla semiflexionada o flexionada. Dos ejemplos claros son estar en el cine viendo una película o viajar en un avión.
El diagnóstico se realiza a través de la historia clínica y una exploración física, pudiendo observarse la degeneración de cartílago a través de la resonancia magnética, que es muy sensible para el diagnóstico en las lesiones avanzadas, pero no en las lesiones incipientes.

Tratamiento para la condromalacia rotuliana
El tratamientopara la condropatía rotuliana tienen varios abordajes, tanto médicos como fisioterápicos. Siempre se opta por hacer un tratamiento conservador y, en caso de que se haya probado y aun así el dolor persistente y el daño del cartílago es muy elevado, entonces se podría considerar cirugía.
El tratamiento conservador desde la fisioterapia se basa en la mejora de la mecánica de la rótula y del estado del cartílago, volviéndolo más resistente.
El primer paso en el tratamiento es evaluar y tratar de solucionar los factores que desencadenan o agravan el cuadro siempre que se pueda: desalineación de la rodilla, rótula alta, mala pisada, obesidad, meniscopatía…
Para ello, lo principal es adaptar y progresar la carga sobre la rótula. ¿Cómo? A través delejercicio terapéutico. Si estás entrenando ya y te duelen mucho las rodillas quizás tengas que bajar el peso y aumentar repeticiones, al menos de forma temporal, para bajar un poco la carga sobre tus rodillas y que, poco a poco, se vayan acostumbrando.
Si no estás entrenando, deberías empezar a hacerlo, ya que los beneficios del entrenamiento de fuerza son muy numerosos y, en los casos de condropatía rotuliana, es imprescindible para la salud de tus rodillas.
Los objetivos de rehabilitación se van a centrar en reducir tu dolor si es que lo tienes y mejorar tu capacidad funcional, aumentando la movilidad, fuerza, estabilidad propiocepción, etc.

Ejemplos de ejercicios que te pueden ir bien:
- Ejercicios de Core: existen grandes beneficios tras fortalecer el abdomen, los glúteos, los lumbares y los isquiotibiales.
- Musculación del vasto medial, los abductores de cadera y el cuádriceps: ejercicios como las zancadas, las sentadillas, el peso muerto, etc. Durante los primeros días quizás notes que el dolor empeora de forma leve, pero, a medio plazo, los resultados son excelentes.
- Ejercicio aeróbico: incluye ejercicio aeróbico de bajo impacto al principio, como saltos suaves, elíptica, bici, caminar rápido, etc pudiendo ir incorporando ejercicio de más impacto como correr y saltar poco a poco según tolerancia.
Por último, se sabe que algunos complementos alimenticios como el colágeno, la vitamina C o el magnesio pueden ayudar a mejorar el estado del cartílago, además de la infiltración de ácido hialurónico, que ayuda a lubricar y reparar el cartílago en algunos casos. A esta técnica se le denomina viscosuplementación.
Como conclusión, es importante conocer el estado del cartílago de tu rodilla aunque este no es el factor determinante de los síntomas. La degeneración del mismo forma parte del proceso de envejecimiento natural del cuerpo, y la rehabilitación debe ser basada en ejercicio especialmente de fortalecimiento de todo el miembro inferior, ya que te ayudará a disminuir tu dolor y ganar capacidad a largo plazo.
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Autora: Paula del Toro (Fisioterapeuta)