¿Por qué acudir a un Dietista-Nutricionista?
Nos encontramos en una situación en la que la salud y la prevención están en el centro de nuestras vidas. Lavarse continuamente las manos, llevar mascarilla, controlar los posibles síntomas que podamos tener… se han convertido en un ritual que cada día llevamos a cabo con el fin de prevenir el contagio del COVID-19.
Esta situación nos ha enseñado la importancia de la prevención, y dado que la dieta y la alimentación son, en esencia, el mejor método de prevención frente a muchas de las enfermedades que hoy en día padece nuestra sociedad, parece oportuno pararse a pensar, ¿Qué tal comemos?
La base para conseguir llevar una buena alimentación es tener unos conocimientos básicos sobre nutrición, y para ello es esencial la educación nutricional. Mediante la misma, aprenderemos a distinguir los grupos de alimentos, las propiedades de cada uno y cómo combinarlos para lograr el mayor beneficio posible para nuestra salud. Saber identificar cuáles son los hábitos que debemos cambiar y cómo mantener una buena alimentación, nos ayudará a conseguir los objetivos que cada uno se haya marcado al iniciar este proceso.
Uno de los objetivos más comunes suele ser el de perder peso, ya sea para mejorar la forma física, para mejorar el aspecto, o como mencionamos anteriormente, para prevenir la aparición de diferentes patologías que una mala alimentación puede acarrear. Para ello, es importante que la dieta se adapte a cada persona, para conseguir así, que estos nuevos hábitos perduren en el tiempo.
Cuidar la alimentación antes, durante y después del embarazo es otro de los objetivos por los que los pacientes acuden a donde un nutricionista, ya que la alimentación juega un papel clave en el desarrollo del embarazo, pues de lo que ingiera la madre, dependerá la alimentación del bebé. No hay que olvidar que el estado nutricional previo a la concepción es crucial para la correcta evolución de la gestación, y que una vez habiendo dado a luz, la recuperación será más efectiva si no existen carencias nutricionales.
La nutrición también puede jugar un papel clave en el tratamiento de algunas enfermedades, empezando por las más evidentes, como la obesidad, la hipertensión, hipercolesterolemia o enfermedades intestinales, en las que cambiar la alimentación puede ser clave para la curación o la mejora en el estado del paciente. O enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, en la que el control alimentario es esencial para el control de la misma.
También hay otras enfermedades que, aunque más indirectamente, pueden mejorar modificando la alimentación, como pueden ser algunos tipos de cáncer. Y, para terminar, hay que añadir que mantener una alimentación que mantenga el sistema inmunológico en un estado óptimo, ayuda a prevenir posibles infecciones.
Estos son algunos de los objetivos que la nutrición puedo ayudar a conseguir, mediante un proceso que, aunque tenga un punto de inicio muy claro, el final lo determinará cada persona. En este camino aprenderás lo que significa la alimentación saludable y como llevarla a cabo, y este aprendizaje te acompañará para el resto de tu vida, haciendo que todos los demás objetivos sean más fáciles de cumplir.
En Clínica Rozalén disponemos de nutricionista a tu disposición. Puedes pedir cita llamando al 747 405 470.