Sin darnos cuenta adoptamos posturas que a la larga acaban pasándonos factura. Nos sentimos cómodos pero sin saberlo estamos ocasionando lesiones, dolores,… Acabamos acostumbrándonos a esa mala postura y luego sufrimos las consecuencias.
En general siempre hay posturas incorrectas que adoptamos todos, sea cual sea el trabajo que realizamos: Trabajar sentados, levantar y cargar peso, estar muchas horas de pie… Sin embargo, la mala postura que hemos adquirido es un hábito, un hábito que podemos corregir. Podemos aprender a adoptar una postura correcta, aunque no siempre es fácil cambiar los hábitos, pero evitaremos problemas de espalda, cervicales, lumbares…
Encorvar la espalda es la mala postura más frecuente, especialmente cuando estamos sentados. También nos solemos inclinar hacia la izquierda o hacia la derecha, depositando todo el peso de nuestro cuerpo en el lado que consideramos más cómodo o bien nos inclinamos demasiado hacia adelante, provocando presión en el estómago y en el vientre o inclinándonos hacia atrás, apoyando la parte superior de la espalda y provocando presión en el coxis y en la zona lumbar.
Para corregir esta postura equilibra el peso del cuerpo entre las dos piernas y, si es posible, procura que las plantas de los pies toquen el suelo. Mantén la espalda recta y relajada y fíjate si espalda está recta, porque tan malo es encorvarse como estirarse demasiado.
Lo que debemos conseguir es una buena postura a la que nuestro cuerpo se vaya adaptando con naturalidad.
En la imagen la primera y la tercera postura son igualmente incorrectas. La segunda postura es la correcta.