La tendinopatía del supraespinoso, más conocida como tendinitis del supraespinoso, es una condición dolorosa que afecta al tendón del músculo supraespinoso, uno de los cuatro músculos del manguito rotador del hombro. Este tendón se encarga de iniciar el movimiento de elevación del brazo y estabilizar la articulación.
El tendón es una estructura fibrosa y resistente que conecta un músculo a un hueso, para transmitir la fuerza muscular al hueso y generar movimiento.
La tendinopatía ocurre cuando el tendón se inflama o se degenera, causando dolor, limitación de la movilidad y dificultad para la realización de algunas actividades de la vida diaria.
En este artículo hablaremos de los síntomas más comunes de la tendinopatía del supraespinoso, sus causas, la prevalencia de la patología, cómo se diagnostica y sobre su tratamiento fisioterápico.
Síntomas de la tendinopatía del supraespinoso
El síntoma principal de la tendinopatía del supraespinoso es el dolor en la parte frontal y superior del hombro, que suele dar un dolor referido hacia el brazo por la cara externa del mismo.
El dolor suele aparecer al apoyarse sobre ese mismo lado y al realizar ciertos movimientos, como elevar el brazo por encima de la cabeza, elevarlo lateralmente, rotarlo hacia afuera o realizar actividades repetitivas que impliquen el uso del hombro.
Otros síntomas comunes incluyen:
- Debilidad en el hombro y dificultad para cargar pesos, incluso pesos ligeros.
- Dolor de tipo pinchazo en algunos movimientos.
- Dolor localizado en el tendón que aumenta al aplicar carga sobre el tejido.
- Rigidez matutina.
- Crepitación (sensación de “crujidos”) al mover el hombro.
- Dificultad para dormir sobre el lado afectado.
- Afectación de las actividades deportivas, especialmente aquellas que impliquen el uso repetido o con peso del hombro, como: tenis, pádel, balonmano, vóleibol, escalada, crossfit, etc.
Prevalencia
La tendinopatía del supraespinoso es la patología o lesión de hombro más común, afectando a aproximadamente del 25% al 30% de los adultos en algún momento de su vida. Es más prevalente en personas mayores de 40 años, especialmente en aquellas que realizan actividades repetitivas con los brazos por encima de la cabeza, como atletas, trabajadores de la construcción, pintores, trabajos de limpieza, etc.
Causas y factores de riesgo
La función fundamental del tendón es la de absorber y liberar energía, respondiendo a la carga a la que es sometido. Cuando no es capaz de soportar esa carga es cuando hay dolor y disfunción del tendón, lo que se denominaría tendinopatía.
La tendinopatía del supraespinoso, como en la mayoría de las tendinopatías, se desarrolla principalmente por dos razones:
- Falta de capacidad. Si tu tendón lo es lo suficientemente fuerte y resistente, es más probable que puedas desarrollar una tendinopatía.
- Exceso de demanda. El uso excesivo del hombro, ya sea a nivel deportivo o laboral, especialmente con movimientos repetitivos que impliquen elevar o rotar el brazo, puede sobrecargar el tendón del supraespinoso.
Imagina que tu tendón es como un vaso de agua, donde la capacidad del vaso es la capacidad de tu tendón para soportar carga y el agua sería la carga que se le da al tendón. Si el tendón no tiene la capacidad suficiente para soportar las demandas a las que se le está exponiendo, entonces habrá dolor y disfunción en el tendón.
A pesar de ello, existen algunos factores de riesgo que predisponen a una persona a tener mayor riesgo de desarrollar una tendinopatía del supraespinoso:
- Edad: se trata del factor de riesgo más importante en la prevalencia de un dolor relacionado con el manguito de los rotadores del hombro, siendo más habitual entre los 40 y 60 años de edad.
- Antecedentes de traumatismo o caída
- Tabaquismo
- Variaciones anatómicas y factores genéticos
- Problemas metabólicos: como hipercolesterolemia, hiperglucemia y síndrome metabólico
¿Cómo se diagnostica la patología?
El diagnóstico de la tendinopatía del supraespinoso se basa en la historia clínica, el examen físico y pruebas complementarias. El médico o fisioterapeuta te preguntará sobre tus síntomas, posibles causas, actividades que alivian o empeoran el dolor y antecedentes médicos o de otras lesiones.
Durante el examen físico, evaluará el rango de movimiento, la fuerza y la sensibilidad del hombro, principalmente. Las pruebas complementarias que se pueden realizar incluyen:
- Radiografía de hombro: Para descartar fracturas óseas o artrosis.
- Ecografía: Para evaluar el tendón del supraespinoso y detectar signos de inflamación o degeneración.
- Resonancia magnética (RMN): Para obtener una imagen más detallada del tendón, los músculos y otras estructuras del hombro.
Tratamiento de la tendinopatía del supraespinoso
El tratamiento de la tendinopatía del supraespinoso se enfoca sobre todo en mejorar la función del hombro y, de forma secundaria, en reducir el dolor y la posible inflamación.
Si bien el descanso relativo, el hielo y los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar los síntomas a corto plazo, la fisioterapia es un componente crucial para la recuperación a medio-largo plazo y la prevención de futuras lesiones. El fisioterapeuta te valorará y diseñará un programa de tratamiento personalizado que generalmente incluirá:
- Ejercicio terapéutico: Incluyendo ejercicios para ganar rango de movimiento, de fortalecimiento de la musculatura del manguito rotador y de todos los músculos del miembro superior, y ejercicios de estabilidad y propioceptivos aumentando progresivamente la intensidad a medida que mejora el dolor y la fuerza. Estos últimos son aquellos que mejoran la capacidad de sentir la posición y el movimiento del hombro en el espacio, lo que ayuda a mejorar la coordinación y el control neuromuscular del hombro, reduciendo el riesgo de lesiones.
- Técnicas de terapia manual: El fisioterapeuta puede utilizar técnicas de terapia manual como masaje terapéutico, movilización articular, manipulaciones, o técnicas de liberación miofascial para aliviar el dolor, la inflamación y la tensión muscular en el hombro y alrededor de él.
- Educación terapéutica: El fisioterapeuta te explicará la patología, por qué ha podido ocurrir en tu caso, cuál es su pronóstico, y te ayudará a diseñar un plan gradual para volver a tus actividades habituales de forma segura, evitando movimientos que puedan agravar la lesión, además de darte herramientas de autogestión del dolor.
Es importante destacar que la fisioterapia debe ser individualizada y adaptada a las necesidades y condición específica de cada paciente. Tu fisioterapeuta evaluará tu caso, determinará la gravedad de la lesión y diseñará un programa de tratamiento adecuado y adaptado a ti.
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Autora: Paula del Toro (fisioterapeuta)