La importancia del movimiento

Normalmente, todos escuchamos con frecuencia que mantener una buena alimentación e hidratación, descansar lo suficiente y realizar ejercicio físico es lo que deberíamos hacer para mantenernos físicamente saludables. A pesar de escucharlo tanto, nos sigue costando mantener unos buenos hábitos para preservar nuestra salud general y evitar lesiones y patologías.

Algo que quizás no se escucha tanto es que debemos cambiar la postura cada poco tiempo. El cuerpo necesita movimiento, y mantener una misma postura durante largos periodos de tiempo nos genera molestias y a largo plazo nos puede generar dolor e incluso patología.

Movimiento

Generalmente, cuando sentimos esa molestia, lo que ocurre es que se están acumulando sustancias de desecho en nuestro organismo. La evidencia sugiere que se da una situación denominada acidez postural, que es lo que produce nuestro cuerpo cuando mantenemos una misma postura durante mucho tiempo. Nuestro cuerpo es más sabio de lo que pensamos, y es capaz de funcionar como una alarma cuando algo no va del todo bien. Eso es lo que ocurre cuando mantenemos una misma postura durante largos periodos de tiempo, y actúa creando ácido, que llega a la médula espinal y hasta el cerebro. El cerebro, al recibir ese exceso de ácido, concluye que puede ser peligroso para nosotros y nos genera dolor para que hagamos algo al respecto.

Por este motivo, la solución es movernos, realizar cualquier tipo de movimiento: levantarse y dar un paseo corto, hacer movimientos espontáneos de cualquier parte del cuerpo, etc.

Las personas más afectadas de esta falta de actividad son aquellas que trabajan largas jornadas en una posición sentada, especialmente los que trabajan a ordenador. En estos casos, la mejor forma de prevenir dolores y patologías a la larga es realizar pausas activas. Lo ideal sería levantarse de la silla cada 45 minutos o cada hora como mucho, y dar un paseo corto (con menos de 5 minutos es suficiente) o realizar algunos movimientos y/o estiramientos sencillos para la espalda, cuello, hombros, o lo que necesites. No es tan importante qué movimiento realices, pero muévete.

Asimismo, aquellas personas que realizan actividades repetitivas en el trabajo generan un estrés continuo sobre ciertas articulaciones y músculos y, al igual que la falta de movimiento puede ser perjudicial, estas actividades realizadas de forma constante y repetitiva también lo pueden ser. De hecho, muchas tendinopatías (comúnmente denominadas «tendinitis´´) están asociadas a esos movimientos repetitivos realizados en el trabajo, como ocurre en el codo de tenista o «epicondilitis´´, muy frecuente en cajeras de supermercado, personas que trabajar a ordenador, mecánicos, etc. En estos casos es más complejo y, aunque siempre conviene realizar ejercicio de fuerza, en estas personas es aún más importante trabajar la fuerza para que sus músculos, articulaciones, etc estén preparados para este tipo de tareas. Esto es así porque en estos casos las demandas son superiores a las capacidades de la persona, por lo que se genera patología y, normalmente, dolor.

Recuerda, por lo tanto, que moverse cada poco tiempo, ya sea en el trabajo, en casa, o en cualquier lugar es importante para una buena salud pero no hemos de olvidar que esto no es suficiente para mantenernos saludables; debemos llevar una vida físicamente activa y, a ser posible, realizar ejercicio físico semanalmente.

Autora: Paula del Toro (Fisioterapeuta)

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