EL MOVIMIENTO ES VIDA
Todos sabemos que el cuerpo humano está hecho para moverse, y que una vida sedentaria lleva, a la larga, a lesiones y enfermedades. Esto se acentúa cuando nos hacemos mayores, pues este proceso de envejecimiento se asocia a la sarcopenia (pérdida de fuerza y masa muscular) y la osteoporosis. ¿Has oído hablar de ellas?
Para minimizar o incluso frenar estos procesos se sugiere que las personas realicen ejercicios para fortalecer la musculatura. Estas actividades van más allá del andar y el aqua-gym.
La fuerza y movilidad que tenemos también está vinculada a nuestra independencia y a la calidad de vida. Una persona que tenga trabaje este tipo de ejercicio va a tener más energía en su día a día, más equilibrio, mejor control del peso, mejor descanso por las noches y una relación más positiva con ella misma.
Nunca es demasiado tarde para empezar y, si crees que te falta motivación o conocimientos para ello, siempre hay opción de hacerlo acompañado o acompañada por un entrenador personal.
Un profesional te mostrará cuáles son las bases por las que empezar, antes de ir directamente a los ejercicios más complicados. Una de estas bases es la respiración. En un día a día donde nos pasamos la mayor parte de horas sentados y bajo un estrés constante, nuestro patrón respiratorio se ve alterado. Una respiración alterada repetida a lo largo de los días, semanas y meses provoca descompensaciones.
Un ejercicio muy sencillo que puedes hacer en tu casa y con el que se puede empezar a corregir esa dinámica es practicando las respiraciones diafragmáticas
Posición inicial: En decúbito supino (estirados boca arriba) colocando una mano en el ombligo y otra encima del pecho.
Ejercicio: Se trata de buscar inspiraciones que hinchen la zona abdominal (y la mano que tenemos en el ombligo tal y como se puede observar en el vídeo:
Respiración diafragmatica (haz clic para reproducir el vídeo)
Recomiendo realizar unas 10 respiraciones profundas un par de veces al día, una por la mañana y una por la tarde. Antes de ir a dormir es un buen momento para realizarlas, ya que irás a dormir mucho más relajado o relajada. Al principio puede costar, pero con la práctica… ¡verás como mejoras! Si no consigues hinchar la tripa, podemos probar otros ejercicios en la clínica. ¡No dudes en pedir tu prueba de entrenamiento personal gratuita!